lunes, 26 de octubre de 2015

CUARTETO OPUS 135. Luis Hernández



Y luego, sobre el Rhin, las muchachas que juegan
Al donsequi
Y el recuerdo de Goebbels y Beethoven,
El último cuarteto
Inerte sobre la noche.

Y el fluir amarillo de las aguas
Hasta el áspero fruto, como peras,
Extrañísimo y sórdido, los tonos
Como de aire o caminos desflecados:
Los bosques de Polonia no son tantos
Si por cada judío que yo he muerto
Se me diera una placa de madera.

Los cuartetos amados, su regreso
Al Café de París en pleno Londres,
A los hijos de perra que aún duermen
Y copulan a pesar de sus neuralgias.
Y el concierto en los bosques de Polonia,
Los ministros de cuerda y cada muerto
Agitando en el aire la cultura.

Y vuelva, sobre el Rhin, las muchachas que juegan
al donsequi.
Y el recuerdo de Goebbels, los cuartetos
Dolientes bajo la noche.


Luis Hernández. Las islas aladas. Pesopluma, 2015.



domingo, 25 de octubre de 2015

Ahora estás muerta. María Yuste



Ahora estás muerta pero una vez fuiste
pequeña y viniste a mi casa y comimos
macarrones con carne.
Ahora estás muerta pero una vez baila-
mos Everybody de los Backstreet Boys en
mi habitación y tú fuiste Brian y yo fui
Nick.
Ahora estás muerta pero hubo una época
en la que te autoapodaste "La Porro" y lo
escribías en las paredes con permanen-
te.
Ahora estás muerta pero una vez queda-
mos para hacer hechizos de la Súper Pop
en mi casa y casi la incendiamos con el
papel de tu deseo.
Ahora estás muerta pero entonces ardía
tanto que soplabas y no se apagaba así
que lo tiraste al suelo y te quedaste mi-
rando la llama.
Ahora estás muerta pero un día nos enfa-
damos y yo te llamé "puta".
Ahora estás muerta pero antes tuviste un
novio con moto que escupía en la masa
de hacer nubes y tú lo querías mucho.
Ahora estás muerta pero una tarde me
enseñaste la coreografía de las Sex Bomb
en el ascensor de la biblioteca y ahora es-
tás muerta y aún me la sé.
Ahora estás muerta pero antes dejaste las
clases de ADE y te fuiste a tomar café.
Ahora estás muerta y en tu funeral, los
chicos que se habían metido contigo en
el colegio lloraron abrazados a tu ataúd.
Ahora estás muerta y la última vez que
nos vimos ya sabías que estabas enferma
y quisiste quedar conmigo y yo nunca te
llamé.
Ahora estás muerta y han venido a cam-
biar el portero automático en el que gra-
baste con unas llaves tu apodo.
Y ahora estás muerta y el nuevo ya no di-
ce "La Porro".


María Yuste. Vida de provincias. Honolulu Books, 2014.




martes, 20 de octubre de 2015

NUEVO LIBRO DE GROENLANDIA




“DESDE TODAS LAS MUJERES”
Begoña Leonardo

Las historias de Begoña Leonardo en “Desde todas las mujeres” se centran en temas diversos, y  a menudo trágicos, como la marginación de las mujeres maltratadas, el sexismo, la degradación, los valores femeninos, la niñez y la adolescencia, la maternidad o el amor. De forma transversal, conversa con el tiempo, la memoria, la identidad, la necesidad de pertenencia a un lugar, la injusticia social con un tono generoso, positivo e inconformista.

(Prólogo de Isabel Chiara)


Disponible gratuitamente en distintas plataformas


lunes, 12 de octubre de 2015

ENDORFINA (4)



4
BRESLAVIA & CRACOVIA

2 días en Breslavia
4 en Cracovia
(Cracovia ganó por dos días de diferencia)
Cracovia sale más en las revistas
Está más cotizada
Los hombres la entran más que a Breslavia
Le quieren meter mano
Da más morbo
Sin embargo a mí me gusta más Breslavia
En las dos vimos muchos coches soviéticos abandonados
Muchos Lada y muchos Moskvich aún ocupando aparcamientos
Automóviles revolucionarios que conducirían al mañana
Una mañana no arrancaron
Se quedaron
Los dueños de esos coches eran albañiles y también se quedaron
Había delante de ellos un cartel que decía “No bebas y construye con nosotros un mundo mejor
Los coches rojos estacionados y las caras rojas de sus dueños vagando cerca de la estación central articulaban otra arqueología roja
Y por la noche en el hotel
Cuánto lujo en el hotel
Hoteles capitalistas donde saldamos nuestra cuenta con la idea del mundo que ellos insertaron en el fondo de nuestra identidad
Alcohol inextinguible en el hotel
El alcohol es capitalista y las botellitas del minibar se reponen indefinidamente
Ven al hotel amor mío
Trabajamos todo el año para hospedarnos aquí
Soltemos la piel muerta de nuestros cuerpos sobre la cama del hotel amor mío.


Del poemario inédito "Diario de un poeta reciencasado (2014)".




martes, 6 de octubre de 2015

LLUVIA. Luis Hernández



Vamos afuera, la lluvia
mojará
la cara, el traje.
Vamos afuera,
saltaremos
los charcos,
y al mirar el cielo
se nos llenarán los ojos
de agua y de contento.


Luis Hernández. Las islas aladas. PESOPLUMA, 2015.



lunes, 5 de octubre de 2015

LA PRIMAVERA EN ALGUNAS ESCENAS DE VÍDEO. Diego Doncel


Mira las escenas grabadas en esta tarde de tormenta.

Las terrazas de los bares bajo la lluvia. El pelo húmedo de una
chica que ríe antes de bajar por la boca del metro.

El leve color de los paraguas. Las aceras que brillan como el
charol.

La primavera viene por el este como un canal recién
sintonizado.

En la superficie de las antenas se reflejan las sombras de los
vencejos que aún están por llegar.

Las primeras flores se abren en los vestidos de moda
femenina.

En lo que ves ya nada se mantiene inmóvil. Tiene el color de
un refresco con sabor a naranja.

Las nubes desaparecen porque se han ido a hacer cola a las
taquillas de los teatros.

Fíjate cómo actúan los equipos de limpieza con los restos
últimos del invierno.

Cómo la belleza es una gama de cosméticos en promoción.

Los peatones cruzan los pasos de cebra cada noche porque la
vida canta en los micrófonos de las salas de fiesta.

Igual que entonces, sí, igual que entonces, la realidad se acerca
a la barra y empieza dulcemente a beber.

También ahora las bailarinas de los musicales están fumando
en las escaleras de servicio con sus labios del color del gin
tonic.

Hay risas recorriendo las calles y conversaciones casi
clandestinas.

Hay labios rojos como aquel cuadro pop de Alex Kratz.

Como la estela de un ascensor de cristal por la fachada de un
edificio, la laca de tus uñas va dejando pequeñas señales
luminosas en las sábanas de este hotel.

Ya no es tiempo de pensar, sino de ver de forma distinta.

Ya es tiempo de amar lo nuevo como se ama el futuro.

Ponemos la mirada en los confines como una manera de
extender la vida.

La utopía viene.

Pero la utopía es tan frágil como la felicidad, tan frágil como
esta primavera.

Recuerda que vivimos en territorios bajo vigilancia.


Diego Doncel. EL FIN DEL MUNDO EN LAS TELEVISIONES. VISOR LIBROS, 2015.



viernes, 2 de octubre de 2015

PANTALLAS NOCTURNAS. Diego Doncel



La vida, al anochecer, tiene algo de estética quinqui de los
años 80.

Es mejor gozar de la era del vacío vigilando estos
apartamentos de lujo.

Dejarse seducir por el ocaso de las ideologías viendo las
pantallas del circuito cerrado de televisión.

Celebrar el consumo como si las putas formaran parte de
algún paraíso.

La ética solo la consumen los pobres, como el whisky nacional.

Hay que estar a la altura del ejercicio de la política o de las
dimensiones del capital:

el poder se mide por la chica a la que vas a pagar esta noche.

Trabajo observando vidas ajenas, haciendo que el espectáculo
y las mutaciones de sus psicologías más secretas no
puedan ser perturbadas.

Follar clandestinamente en la época de la multiplicidad del yo
no es un vicio, sino una exigencia del mercado.

Ya los medios de comunicación harán su trabajo: mantener la
realidad a raya, sin crítica, en un idealismo feliz.

Las cámaras que enfocan el párking subterráneo, los pasillos,
la piscina del jardín lo registran todo:

el espectáculo de un antiguo director de periódico
obsesionado con las jovencitas,

la llegada de un empresario adúltero con una chica recién
salida de las páginas de una revista del corazón,

una rubia que entiende la función pública como una forma
de intimar con las fuerzas masculinas de los poderes de
su partido.

Soy invisible para ellos, no soy nada, tal vez la parte
despreciable de este país.

Mi vida ni siquiera la sienten como vida, solo un lugar triste
en el que ellos no vivirían jamás.

Les da igual la falta de futuro de mis sueños, mis desórdenes
sentimentales ante esta ciega maquinaria del sistema,
mis pérdidas en los extrarradios cotidianos, en los planes
de urgencia social.

Son ellos los que hacen soplar el viento de la historia, el
mismo que limpiará la faz de la tierra de gente como yo.

En las pantallas, el parpadeo de las imágenes me mantiene
toda la noche despierto.

Celebro mi insignificancia con tragos de cerveza.

Acudo al porno para defenderme del resentimiento, para ser
como ellos, para librarme de mí.

Mi destino es no llegar a ningún sitio.

Al amanecer soy un muerto más.

Atravieso la frontera. Creo que ya estoy a salvo.

Llevo el cerebro hasta arriba de pastillas, el corazón
latiéndome en cada tatuaje de mi piel.

Miro a lo lejos, veo el cielo, el rojo tan violento como el de
una radiación.

La falta de horizonte.

El océano saltando en mil pedazos lo mismo que un cristal
que acaba de romperse.


Diego Doncel. EL FIN DEL MUNDO EN LAS TELEVISIONES. VISOR LIBROS, 2015.