"Debe haber alguna forma de salir de aquí",
Dijo el bromista al ladrón,
"Hay demasiada confusión,
No consigo tranquilizarme".
"Los negociantes se beben mi vino
Los hombres del arado rajan mi tierra,
Y ni uno solo de ellos
Se da cuenta de lo que esto vale".
"No hay por qué excitarse"
Dijo amablemente el ladrón,
"Hay muchos entre nosotros
Que piensan que la vida no es más que una broma.
Pero tú y yo ya hemos pasado por esto,
Y no es este nuestro destino,
De modo que no empecemos a decir falsedades,
Que se está haciendo tarde".
A lo largo de la atalaya
Mantenía la vista la princesa,
Mientras las mujeres iban y venían,
Al igual que los descalzos sirvientes.
Fuera, en la distancia,
Gruñó un gato salvaje.
Dos jinetes se aproximaban,
El viento empezó a aullar.
BOB DYLAN. GEORGE JACKSON Y OTRAS CANCIONES. Selección y traducción de Antonio Resines. VISOR, 1996.
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