miércoles, 29 de mayo de 2013

Soy la muñeca y el tejado...


Soy la muñeca y el tejado
El reloj y la caída

A Julito, Gary, Coke y Glez



EL MUNDO DE VISITA
En un moreno de piernas de mujer
Las manos no alcanzaban el cielo de las bañeras
Teníamos cinco orejas en cada calcetín
Y todas las lunas íbamos a comer toldos al círculo vegetal de la toalla
¡Era tan amarillo!
Con una docena de piedras en el sombrero
Los abuelos colocaban alas a la sombrilla adicta a la cerveza
Que como un niño de azófar trepaba la verja escupiendo dos gramos de metal
Ni siquiera los más aburridos pudieron evitar
Cortarse los pies para dejar de usar zapatos.



jueves, 23 de mayo de 2013

Minutos de aire



Lunares rojos en la cara del pez
Dedo absurdo de vidriera
En el escalonado cuello del faro diminuto
Las tijeras de sus senos trepan
Por el uniforme del zapato
¡Escupe glándulas sexuales cerebro de máscaras!
Ojos sin cabello
Golpean en el suicidio de las focas
Se arrodillan cicatrices caninas
En un cielo de nudillos.

lunes, 20 de mayo de 2013

Los pájaros. Sergi de Diego Mas


Aparentemente conocí aquella ciudad
en plena reacción alérgica, el mismo día
que dejé que mi habitación se llenara
de polvo.

El estornudo de un pájaro revoloteaba
de camión en camión, confundiendo
zonas verdes con la magia de los
paraísos fiscales.

Había dinero, mucho dinero.

VISA y MASTERCARD creaban nubes
contra la sequía en los cajeros de una
ciudad repleta de alfombras.

Alfombras de hojas que fueron verdes
en otra vida.

En el metro, los operarios barrían las
calles a un nivel pretérito.

No había unidades métricas en aquella
ciudad de batidos proteicos, repleta de
moscas orgullosas.

Desconocer la vida útil de las moscas me
horrorizaba porque una ciudad a merced
de wikipedia es una ciudad sin éxito, un
agujero negro de búsquedas sin sentido.

Me enamoraba de ciudades
emparentadas en la enfermedad,
economías conectadas por cables de
teléfono donde poder colgar la ropa
húmeda.

Y robarla.

El reciclaje del robo.

La política medioambiental era la trampa
de una ciudad de robos y discursos.

Los patios de luces estaban llenos de
palabrería mojada, de flemas escurridizas
en las que resbalar el verbo. Tener que
pagar por ello en una dirección unívoca
era un combate perdido.

El Pressing Catch provocaba bailes de
benzodiazepinas mientras los relojes sin
pilas se cansaban de dar las horas.

No había campanas en el campanario,
solo botones de camisas llenos de
discursos y corbatas, inmensos nudos
de corbatas con los que resolver
pasatiempos.

La ciudad del ahorcado, del tabloide
de noticias.

Demasiadas noticias para tan pocas
gasolineras.

Las gasolineras eran las vigías de los
moteles y las putas, circunloquios en
el camino.

El sexo en las nubes era como un beso
sin manos, un tejado repleto de pájaros
muertos besándose en el pico, ciudades
de personalidad múltiple abrumadas
por el vértigo de la desaparición.

La mirada urbanita de Alfred Hitchcock
se posaba en los columpios, en las
llamadas telefónicas que se balanceaban
para contestar con aparente facilidad No,
ya no vive aquí.

Pero ya no había tiempo: también sale
desenfocado este dibujo cosmopolita.


Sergi de Diego Mas. E-mails para Roland Emmerich. Honolulu Books, 2012.






jueves, 9 de mayo de 2013

Un teléfono blanco. Berta García Faet


... ni vivo ni muerto, y no sabía nada,
buscando en el corazón de la luz, el silencio.
Oed´ und leer das Meer.

T.S. Eliot


¿Es posible que haya perdido un amor
hace escasamente un minuto
para siempre? Y no me turbo. Piedra.
Boca con cremallera, ojos de mañana
de primavera. Soy piedra.
Sigo comiendo mi magdalena.
Paso los pétalos de Proust.
Me voy dando cuenta...
Lo perdí, no regresa, no sangro...
Aquí no fermenta nada. asco,
lilacs out of the dead land, nada,
aquí se pudren las palabras, little
life with dried tubers, asco.

Me desnudo entonces (árida,
desguarnecida, soy ya cadáver
sin flores) para cancelar con mi imagen
el vacío de esta casa abominable.
Los recuerdos, como amonestaciones,
espolean. You gave me hyacinths first
a year ago.
En las caracolas de falsa plata,
they called me en el sofá inclemente,
mirando el techo the hyacinth girl
o la fotografía gris o mi pijama azul,
escuché su despedida allí. ¿Es cierto? Me llamabas
miel, uno, estrellas, fresa. Es posible
que haya perdido un amor
como se pierde un pendiente
(por el paseo marítimo de Santa Cruz),

y se me ha espantado por la pila
y el agua lo ha arrastrado a alejadas
tuberías, metrópolis, mujeres, vertederos.

Así que me voy. ¿Será cierto?
Su voz suena miserable en el contestador.


Berta García Faet. Night Club para alumnas aplicadas. Ediciones Vitruvio, 2009.







domingo, 5 de mayo de 2013

Tres hombres montaban a tres mujeres...




Tres hombres montaban a tres mujeres
Pastores coloreaban un bote de Fanta Limón
Yo balbuceaba algo así como “Te quiero”
Mis amigos
Borrachos
Cantaban sobre una tarima de madera
Conté tantos chistes como pude recordar
Agosto era el decorado y Julieta la de las tetas grandes
Mis amigos hablaban sobre marcas de botellas
Los tres hombres no eran hombres sino muñecos de cartón
Y las tres mujeres ratones con globos por cabeza
Coletas con gomas rojas y amarillas
Todos mis amigos echados en la hierba
Yo tenía la boca como un mueble de madera
No tengo ganas
Ya me bajé los pantalones
Y me quité la camisa
No quedan quemados ya llegaron los bomberos
Las chicas que dicen ser vírgenes mienten
Son más zorras con esa carita de nena
No tengo ganas pues ya estoy desnudo
No quedan amores de novela
No quedan huelgas de automóvil
Las chicas que dicen ser vírgenes mienten
Follaron ayer
Y han tenido problemas en las manos
Han jugado al póquer desnudas
Son más putas con ese pelito rubio teñido
No tengo ganas
Ya estoy callado
Y solo con las luces apagadas
No quedan carros astillados
Caminos cuyas huellas forman parte del ombligo de mi niña
Las chicas que dicen ser vírgenes mienten
Hace mucho que tuvieron orgasmos
¡Píntate las uñas de verde para mí!
No te pago para otra cosa
Ahora pienso que no hay casada sin cuernos
No hay primera vez sin alma de camionero.


viernes, 3 de mayo de 2013

2ª EDICIÓN DE "CANCIONES DE LA GRAN DERIVA", DE VICENTE MUÑOZ ÁLVAREZ



"Canciones de la gran deriva, es un poemario que no dudaría en calificar de visionario ya que los temas de que trata –la crisis que nos asola sin ir más lejos- siguen vigentes a fecha de hoy, en el momento de escribir estas líneas, quizá incluso más vigentes que cuando fueron escritos, cualidad que solo poseen los grandes libros, y el hecho, incuestionable, inapelable, de que estos poemas hayan superado la prueba del tiempo dice más, mucho más en su favor y a favor de su autor de lo que yo mismo soy capaz de expresar."

David González