jueves, 28 de julio de 2011

Cut-ups de Frankfurt am Main. 11 YONQUIS DE HAUPTBAHNHOF

11

YONQUIS DE HAUPTBAHNHOF

Recuerdo que alguien me dijo una vez que Frankfurt es la ciudad más yonqui de Alemania y que el 90% de los yonquis de Frankfurt están en el barrio de la estación central

Hay yonquis en la Kaiserstrasse

Los hay por la Gutleutstrasse

Por la Münchener Strasse

“¡Lástima de hijo!”

Dijo mi madre cuando estaba de visita y nos cruzamos con uno

La escena se representa allí las 24 horas

Guiñapos alimentando con ciervos a la bestia feroz que radica en sus metabolismos para el abasto de su de

Seo

D. s. o

Des

Eo

Ése de la gorra del Eintracht Frankfurt fumando sobre plata en la esquina del O´Reilly´s

El otro más joven aplaudiéndose la vena del brazo

Son ex maridos

Ex madres

Ex hijos

Ex

Mientras subimos al S-Bahn

Actúan un esperpento

Una nada

En realidad es horrible

Como dice Nacho Vegas en una canción

Dentro de este horror no hay literatura”.


Del poemario inédito "Cut-ups de Frankfurt am Main (Poemas inspirados en emails enviados desde Frankfurt am Main en 2010)"

VINALIA TRIPPERS 11: TRIPPERS FROM THE CRYPT




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-Traficantes de sueños, c/Embajadores 35, metro: Lavapies
-La Integral, c/de León 25, metro: Antón Martín
-Enclave libros, c/Relatores 16, metro: Tirso de Molina

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GIJÓN
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miércoles, 20 de julio de 2011

Michel Houellebecq


En un momento de renuncia, me dejo caer sobre la banqueta. Sin
embargo, los engranajes de la necesidad vuelven a ponerse en mar-
cha. Se jodió la noche; tal vez la semana; puede que la vida; eso no
quita para que tenga que volver a salir para comprar una botella de
alcohol.

Jóvenes burguesas circulan entre los anaqueles del Monoprix, ele-
gantes y sexuales como ocas. Probablemente también haya hom-
bres; me la suda. Es preferible no imaginarse ya posibles palabras
entre uno mismo y el resto de la humanidad, la vagina no es más
que un orificio.

Subo las escaleras, apretando mi litro de ron dentro de una bolsa
de plástico. Me estoy destruyendo, lo noto; mis dientes se desinte-
gran. Y además, ¿por qué mi mirada espanta a las mujeres? ¿La juz-
gan implorante, fanática, colérica o perversa? No lo sé, probable-
mente no lo sabré nunca, pero eso constituye la desgracia de mi
vida.

Michel Houellebecq. SUPERVIVENCIA. Ediciones Acuarela & A. Machado Libros, 2007.

miércoles, 13 de julio de 2011

Irene la Sen.


Cuando estás satisfecho
vuelves a casa
la dejas abierta
y sueltas a los perros.
No me enfrento a ellos
pero conocen mi olor
me encuentran en la basura
me acosan hasta el sótano.
Desde la puerta
me ladran y me
ridiculizan y me
impiden salir
el tiempo que les parece.
A veces
me dejo comer las manos
durante unos minutos
siento su hocico cálido.
Tú ya ni siquiera
reconoces mi sangre en sus bocas
y cuando vuelvan a ti
enfermos, hambrientos
cansados de perseguirme
hundirán de nuevo su hocico
en el plato de tu puerta.

Irene la Sen. Cal. Ya lo dijo Casimiro Parker, 2010.

miércoles, 6 de julio de 2011

La Supervilla de Ana

El pino con sus dos maletas

Renqueante apresa su talle con un fanal de hojas pardas

Aquella tarde pude rodar colina abajo

Con una de tus maletas en la palma de la mano

Entraré tu equipaje no sea que coja frío

Y me enamoré de una farola

En la repisa de la estancia una cacharra de neopreno

Teje movimientos ninja

Bucólicos amarrados al engranaje de una noria

Vivo delante de la feria

Noche tras noche oigo el alboroto del gentío

A los nerviosos niños que huelen a caramelos

Chillando y riendo sin cesar

Y la oigo también a ella noche tras noche

Ella haciendo palmas

Tengo muchas de sus palmas envasadas en frascos de vidrio

Que en tardes como ésta destapo para así enchufar mi corazón al maniquí de tetas dulces

Patizambo descalabro su peinado

Siendo sus maletas las raíces de este pino

Las raíces de este pino de hojas con máscaras de hierro

Atentando como hace contra mi sistema nervioso

Con esa forma tan suya de columpiarse

Muchos cañones apuntan hacia el vidrio rojo de tus uñas

Eres la Supervillana que dispara estanques de agua podrida

Me enfermas viniendo a mí la corteza de las maletas del pino

Encaramado a tu frente prendo fuego a todos los taxis del mundo

Las farolas así escalan los edificios introduciéndose en las casas

Con sus cabezas todas machacando misiles

Y las raíces de los astronautas están arraigadas en sus poros

Desarrollando la única función de mantener el equilibrio

Las farolas caen del cielo

Y se alimentan de pinos

Algunas tienen la facultad de transformarse en edificio

Nunca sé si un edificio es de verdad un edificio o una farola disfrazada

Eso sólo lo sabes tú que eres una farola con la facultad de transformarse en mujer

Me caigo al suelo y reboto

Reboto porque el suelo está sucio

Reboto para ensuciarme lo menos posible

Ese giro de volante brusco casi violento para virar lo antes posible y no chocar de bruces con el suelo sucio

Con esa suciedad de tejado

Yo siempre camino con un volante de coche entre las manos

Despacio el vidrio rojo de tus uñas se despeña comercio abajo

Muy abajo

Hasta las profundidades de la golosina

Saben mucho más a fresas los barcos anudados entre sí de puerta roja

Que las tetas de la Supervillana de Ana

Me acosté con la Supervillana porque así ella lo quiso

No tenía elección

Me amenazó con dispararme un estanque de agua podrida si me negaba

Tuve que hacerlo

Y las ponzoñosas entrañas de su marido chorreando por las paredes

En las manos de mi niña todas las calles de París

Toda su vida tocando la guitarra debajo del mismo árbol

De esa manera vio cómo Rebeca besaba a un idiota de pelo rubio

Vio cómo las calles de París de sus manos se transformaban en sucias calles de Detroit

Vio cómo mi cuerpo se derretía para tocar la suela de sus zapatos.

Inacabado.


Del poemario inédito "Diario de un adolescente de pelo raro".