jueves, 29 de noviembre de 2012

Reedición de "Bocaditos de realidad" de Ana Patricia Moya

Nuevo libro de Groenlandia

BOCADITOS DE REALIDAD
(REEDICIÓN)

De Ana Patricia Moya

Revisión ampliada, corregida y revisada

Incluye poemas nuevos

Portada y contraportada: Jesús Taguas
Ilustraciones de interior: Juan Carlos Cardesín
Prólogo de la primera edición: Rafael Infantes
Segundo prólogo: Luisa Fernández
Epílogo: Andrés Ramón Pérez Blanco

“…ella nos adentra más allá de la piel de la mujer, del caparazón de cartílagos fabricado de pasiones que se sujeta al alma con el esparadrapo de las utopías. Enseña las cicatrices que hay tras sus vendas, las heridas de los amores clavados que todavía bostezan bajo la dermis como animales exóticos y que lanzan a traición algún que otro zarpazo”.

(Luisa Fernández)


“Curiosamente, la poesía de Ana Patricia no sólo se lee, también se huele, se saborea, se palpa, esta llena de esas siniestras “magdalenas de Proust” que para la ocasión adoptan la forma del aroma del café recién hecho, de la vainilla, del incienso o un cigarrillo mentolado y que conducen irremediablemente al odio…”  

(Rafael Infantes)
  
Ya disponible en el ISSUU y en el SCRIBD:




Próximamente, en la nueva página Web de Groenlandia.

domingo, 25 de noviembre de 2012

El constructor de árboles de navidad de ladrillo. 4



 

De tu hueco mana una fila de muñecas de ojos muy abiertos

Les tendí la mano y un tren empañó mis ojos con su humo negro
Tú ya le estás dando el pecho
Me gusta mirar aunque en mis ojos sólo quedan dos huecos y en su
interior el humo negro
Las cuencas de mis ojos cercando dos noches sin luna
Y tú ya estás dando el pecho al inglés
Está asido a tu seno
¡No lo suelta!
De tu hueco mana una fila de muñecas de ojos muy abiertos
Me miraste y te tendí la mano pero un tren me instaló en las pupilas su
noche sin luna de humo
“¡Camarera sírvame su cuello quiero lamerlo!” dije
“Mi cuello no puede estirarse tanto” dijiste.

Inacabado (“poème abandonné”).

Paul Valéry.



Apología de la Muñeca de Bellmer. Groenlandia, 2010.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Es hora de vivir. David González


He visto cosas que no creerías.
RUTGER HAUER (en BLADE RUNNER)
Los días de mi vida serán,
a partir de ahora, 2 de julio de 2002,
como todos esos momentos
que se pierden igual
que lágrimas en la lluvia:
naves en llamas más allá de Orión,
rayos C brillando en la oscuridad,cerca de la puerta de Tanhaussen.

Amaré la vida siempre,
y no solo en el momento de perderla.

Aspiraré a lo que ya poseo, conservándolo:
la luz, la limpia lluvia, la mar,
los chillidos de las gaviotas en el tejado,
los buenos días del gato
blanco de la ventana de enfrente,
el hogar en que echamos raíces…

Y el día de mañana, en la vejez (si llego),
quizá me sea concedido el privilegio
de contemplar
cómo se deslizan por el cristal de nuestra ventana
las gotas
de lluvia.

David González. La carretera roja. Editorial Groenlandia, 2012.




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MOSCÚ ENTRE CLAVÍCULAS. Carmen Moreno y Ángel Muñoz


lunes, 12 de noviembre de 2012

En el camino. Vicente Muñoz Álvarez


Soñé que yo era Jack
& Neal se agitaba frenético
sobre el volante a cien por hora
riéndose & gritando

Sabemos cómo es el tiempo
y sabemos que todo
va realmente bien


mientras fumábamos
& bebíamos
& los campos se deslizaban
lánguidamente en la llanura
como lagartos verdes
bajo el sol.

Soñé que yo era Jack
& latía en mi corazón
toda su pena
& mis lágrimas iban llenado
una petaca de cuero para Neal
que apuntaba con su cigarro
de yerba a las colinas.

Entonces vimos
por el retrovisor del coche
al Capitán América en su moto
& después a un toro & a un torero
& a un hombre que se arrancaba
los dedos de los pies
con dos tenazas.

Mientras el sol
se desangraba sobre el ruedo
& el viejo Bill disparaba
con su rifle a las palomas
& Neal seguía gritando:

Sabemos cómo es el tiempo
y sabemos que todo
va realmente bien.



Vicente Muñoz Álvarez. CANCIONES DE LA GRAN DERIVA. Editorial Origami, 2012.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Héroes (fragmento). Ray Loriga


Cuando tenía catorce años todavía rezaba y le pedía a Dios una chica bonita. Jugábamos al fútbol todos los fines de semana y no siempre ganábamos. En realidad nunca ganábamos. Bebíamos cerveza y le pedíamos a Dios una chica bonita. Teníamos corbatas pero no las usábamos, sabíamos muchas oraciones pero no las rezábamos. Sólo nos acordábamos de Dios para pedirle una chica bonita. A los dieciocho entré a trabajar en una tienda. Nada más verle la cara al encargado perdí la fe. Era el chico de los recados y aunque era un trabajo mal pagado, Dios sabe que nunca me quejé y que todo lo que quería era una chica bonita. Un día pedí permiso para ir al funeral de mi abuelo y me lo negaron. Un día pedí permiso para ir a vomitar y me lo negaron. Trabajaba cuando estaba enfermo porque decían que había muchos esperando mi puesto. No era divertido pero yo no pedía nada. No pedía nada más que una chica bonita. No me gustan los concursos pero he llamado a uno que se llama “Llame y pida”. Sé que parece un juego de palabras pero no importa. He llamado y sólo he pedido un poco más de lo que pedía antes. Lo único que he conseguido es una batería de cocina mandada a la dirección equivocada. No acabo de entender por qué es todo tan difícil. Nunca he pedido nada. Nada que no sea una chica bonita.

Ray Loriga, Héroes

http://www.scribd.com/doc/23865170/ray-loriga-heroes

 

 

sábado, 3 de noviembre de 2012

Nuevo libro de Groenlandia: La carretera roja, de David González



LA CARRETERA ROJA

David González

Con portada y contraportada de Felipe Solano,
fotografías de interior de Felipe Zapico,
prólogos de Ángel Muñoz Rodríguez y de Gsús Bonilla
y epílogo de Andrés Ramón Pérez Blanco (el "Kebran")



Ya disponible en el ISSUU y en el SCRIBD:






jueves, 1 de noviembre de 2012

Tratado de tristeza




Su rostro media entre el espantajo moribundo y mis ganas de destruir jabón
Docenas apiladas de aplausos
Unos compulsivos
Y otros agarrando los cuernos del dedo
La manta me muerde
Me muerde
Y está envuelta en un cohete de Navidad
Las cosas se han torcido
Dos oportunidades solamente para montar en el tiovivo
Será mi mundo
Será mi glándula
Si me dices tu nombre me subo a la azotea para gritarlo
GRITARLO
Cambiándome de corbata cada vez
Los tratados de tristeza siempre se escriben por turnos
El sol está averiado
Le falla un no sé qué de tal cosa
Será reparado por un niño de diez años
Con los hombros mojados y las pestañas fuera de la ciudad
Ya saben de vacaciones por el puente
Tomando café o paseando por París
El caso es que el sol está estropeado y lo arreglará un niño de diez años
Él es el único capaz de enmendar el daño solar
Todos confían en ese niño
Para que quite de una vez el cartel de “No funciona” de la frente del sol
Sus ojos apuntan a una maleta que contiene al resto del niño en trozos
Nunca más habrá luz solar
El niño que arregla soles está muerto
Descuartizado
La cabeza del maniquí se quema
Sus pechos cintura y caderas son de hace dos siglos
La moda se hace a distancia
Los diseñadores trabajan en pijama
Alguien dice que sus oraciones huelen a farmacia
Un forense trabaja en el caso del niño de diez años
Los pensionistas se acurrucan en los bancos del parque
Allí hay dos bandos
Unos son adinerados y se relacionan sexualmente con cabezas disecadas
Otros traducen literatura griega al español mientras escuchan los latidos del reloj
El ratón se esconde del gato en la perrera
Me siento como si hiciera cosas de abogado
Mis ojos tienen barriga de anticuario
Pero si los cierro esa tripa se transforma en mentón coagulado por hachas
A decir verdad la chica lleva diadema color asfalto
Mis huecos de las manos permiten a la gente ver la televisión
Gente que pierde muelas
El niño muerto sabía cosas que los adultos ignoran
En su cráneo se esconde el ratón del gato
Quiero ser carpintero para cubrir los agujeros de mi mano.

Inacabado.