sábado, 29 de enero de 2011

CAL. Irene La Sen.


"Los poemas de Irene La Sen tienen

una voz que se arranca la piel para pisar

con sus pies descalzos las colillas del

tabaco que encuentra en su camino."

Irene La Sen. CAL. Ya lo dijo Casimiro Parker, 2010.

domingo, 23 de enero de 2011

BREWER STREET. Verónica García.

El vaho del café
amortigua la lluvia de letras
pero no apaga los circuitos
de la pena
que cae sobre cabinas telefónicas,
sobre autobuses de bruma
huyendo calle arriba:
talando los árboles que el amor
planta.


Verónica García. LAPSO. Ediciones de Baile del Sol, 2006.

sábado, 22 de enero de 2011

ZOOMBI. Cisco Bellabestia.



Cisco Bellabestia. ZOOMBI. Editorial Aristas Martínez, Colección Libros del caos, 2010.
Con ilustraciones de Fidel Martínez.

sábado, 15 de enero de 2011

7 Noches infectadas de hachas. 1

Noche 1

La fachada del Hotel
De ladrillo crudo
De un rojo puro
Capturé su decrepitud al pronunciar la siguiente frase
“El velo de la novia tiene una quemadura de cigarrillo”
Los hoteles de Istedgade son como los coños de las putas
Entras y sales de ellos sin dejar nada dentro
Istedgade lleva las uñas de los pies pintadas de rojo
Entiéndeme no es un barrio donde ir con la familia los domingos
Es un cenicero lleno de colillas
Nos guiñó un ojo y le enseñamos las venas del brazo
¡Nosotros también tenemos venas!
La noche allí se gesta en un vientre horadado de sarna
Y es dada a luz en su abandono.

Inacabado.
(“poème abandonné”).
Paul Valéry.
Del poemario inédito "Copenhague".

lunes, 10 de enero de 2011

EXTRACCIÓN. Ana Pérez Cañamares.

Lo que se va me alimenta
y lo que viene me lastima hermosamente.
Rodrigo Galarza.
Aprieto la lengua contra el hueco
que el diente ha dejado
y el recuerdo vuelve preciso y cortante
superficial como un muerto enterrado a toda prisa.
Cuando era niña el vacío estaba por llenarse
estaba lleno de lo que no tenía
y esperaba tener.
Una vida propia lejos del colegio
una casa abuhardillada
- ignoraba sus incomodidades-
éxitos, compañía, risas, cuerpos, borracheras.
Ahora el hueco es otra cosa.
Es un vacío conquistado.
Todo aquello a lo que he dicho adiós
liberándome del espaci0 muerto
que abarrotan y manchan las esperanzas
como muebles al aire en un solar.
Este hueco que el diente ha dejado
es un trastero limpio
en el que sólo partículas de luz
campan a sus anchas.


Ana Pérez Cañamares. Alfabeto de cicatrices. Ediciones de Baile del Sol, 2010.

Apología de la Muñeca de Bellmer. Groenlandia.

¡¡YA EN LA WEB OFICIAL DE GROENLANDIA!!

Apología de la muñeca de Bellmer:

viernes, 7 de enero de 2011

ÚLTIMO FRAGMENTO. Raymond Carver.

¿Y conseguiste lo que
querías en esta vida?
Lo conseguí.
¿Y qué querías?
Considerarme amado, sentirme
amado sobre la tierra.


Raymond Carver. TODOS NOSOTROS. BARTLEBY EDITORES, 2006.

www.bartlebyeditores.es


jueves, 6 de enero de 2011

PARTO. Denise Duhamel.

Empujo y empujo pero, en lugar del bebé prometido en la
ecografía, una niña Pinocho se desliza entre mis piernas.
Tiene una nariz elocuente. El cordón umbilical es una ma-
raña de cuerdas de marioneta. Los médicos empiezan a jugar
con ella. Dicen: "¡Mirad! ¡Está sana! ¡Puede bailar!". Trato de
que la pequeña Pinocho no perciba el desencanto de su
madre cuando los doctores la arrojan a mis brazos. Echo una
mirada a sus frágiles ojos y toco la línea de pintura que se di-
buja en su sonrisa. Desearía ser una madre de verdad.


Denise Duhamel. AFORTUNADA DE MÍ. BARTLEBY EDITORES, 2008.

XXXIII EMBRIAGAOS. Charles Baudelaire.

Hay que estar siempre ebrio. Todo se reduce a eso; es la
única cuestión. Para no sentir el horrible peso del Tiempo,
que os destroza los hombros doblegándoos hacia el suelo,
debéis embriagaros sin cesar.
Pero, ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, como os
plazca. Pero embriagaos.
Y si alguna vez os despertáis en la escalinata de un pala-
cio, tumbados sobre la verde hierba de una cuneta o en la
lóbrega soledad de vuestro cuarto, menguada o disipada ya
la embriaguez, preguntadle al viento, a la ola, a la estrella, al
pájaro, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a
todo lo que rueda, canta o habla, preguntad qué hora es; y
el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj os contestarán:
"¡Es hora de embriagarse!" Para no ser los esclavos martiri-
zados del Tiempo, embriagaos; ¡embriagaos sin cesar! De
vino, de poesía o de virtud, como os plazca.


Charles Baudelaire. Spleen de París. VISOR LIBROS, 1998.

miércoles, 5 de enero de 2011

EL PENACHO. André Bretón.

Si solamente hiciera sol esta noche
Si en el fondo de la Ópera dos senos claros y resplande-
cientes
Compusieran para la palabra amor la más maravillosa capi-
tular viviente
Si el pavimento de madera se abriera sobre la cima de las
montañas
Si el armiño mirara con gesto suplicante
Al sacerdote de vendas rojas
Que regresa de la prisión contando los coches cerrados
Si el eco lujoso de los ríos que atormento
Sólo arrojara mi cuerpo en la hierba de París
Que no se hiela en el interior de las joyerías
Por lo menos la primavera ya no me causaría miedo
Si solamente fuera una raíz del árbol del cielo
Por fin el bien en la caña de azúcar del aire
Qué ves tú hermosa silenciosa
Bajo el arco de triunfo del Carrusel
Si el placer gobernara bajo el aspecto de una eterna tran-
seunte
Estando las Cámaras surcadas sólo por la mirada violeta
de los paseos
Qué no daría yo porque un brazo del Sena se deslizara
bajo la Mañana
Que está de todas formas perdida
No me resigno no a las salas acariciantes
Donde suena el teléfono de las multas de la noche
Al partir he prendido fuego a una mecha de cabellos que
es la mecha de una bomba
Y la mecha de cabellos excava un túnel bajo París
Si solamente mi tren penetrara por ese túnel


André Bretón. Poemas I. Visor Libros, 1993.

EN EL BAILE. Paul Eluard.

Pequeña mesa infantil,
hay mujeres de ojos como terrones de azúcar,
hay mujeres solemnes como los movimientos de un oculto
amor,
hay mujeres de pálido rostro,
otras como el cielo a la espera del viento.
Pequeña mesa dorada de los días de fiesta,
hay mujeres de madera verde y oscura:
las que lloran,
de madera oscura y verde:
las que ríen.

Pequeña mesa demasiado baja o demasiado alta.
hay mujeres gordas
con sombras delgadas,
hay vestidos huecos,
hay vestidos áridos,
vestidos que se lleva uno a casa y el amor no deja nunca
salir.
Pequeña mesa,
no me gustan las mesas en que bailo,
seguro.


Paul Eluard. Capital del dolor. VISOR LIBROS, 1997.

POST- SCRIPTUM. René Char.

Apartaos de mí, que espera pacientemente sin boca;
nací a vuestros pies, pero me habéis perdido;
mis fuegos tuvieron demasiada necesidad de su reino;
mi tesoro se hundió contra vuestro tronco.

El desierto, como asilo con el único tizón suave,
no me ha nombrado nunca, no me ha devuelto nunca.

Apartaos de mí, que espera pacientemente sin boca:
el trébol de la pasión es de hierro en mi mano.

En el estupor del aire en que se abren mis avenidas,
el tiempo podará poco a poco mi rostro
como un caballo sin término en un trabajo amargado.


René Char. Furor y Misterio. VISOR MADRID, 1979.

martes, 4 de enero de 2011

JUGANDO CON HACHAS. Paul Celan.

SIETE horas de la noche, siete años en vela:
jugando con hachas,
yaces a la sombra de erguidos cadáveres
-¡oh árboles que no talas!-,
de cabecera el lujo de lo callado,
la bagatela de las palabras a los pies,
yaces y juegas con las hachas-
y al fin refulges como ellas.


Paul Celan. De umbral en umbral. EDICIONES HIPERIÓN, 2000.

Antonin Artaud.

Queridos amigos,

Lo que habéis tomado por mis obras no eran más que
los desperdicios de mí mismo, esas raspaduras del alma
que el hombre normal no acoge.
Si desde entonces mi mal ha retrocedido o avanzado,
es un problema que no me atañe, él está en el dolor y la
sideración persistente de mi espíritu.
Me encuentro de vuelta en M..., donde he encon-
trado de nuevo la sensación de aturdimiento y vértigo,
esa brusca y loca necesidad de sueño, esa pérdida súbita
de mis fuerzas con un enorme sentimiento de dolor, de
embrutecimiento instantáneo.


Antonin Artaud. El pesa- nervios. VISOR LIBROS, 2002.

lunes, 3 de enero de 2011

SOY UN CABALLO. Jean Arp.

Viajo en un tren
abarrotado
en mi compartimiento
cada plaza está ocupada por una mujer
que lleva a un hombre en las rodillas
el aire está insoportablemente caliente
es una atmósfera tropical
todos los viajeros
tienen un apetito gigantesco
comen sin parar
de pronto los hombres empiezan a gimotear
piden que les den teta
piden que les den de mamar
quieren mamar
sueltan los corsés de las mujeres
y toman el pecho
Saborean la buena leche fresca
sólo yo no mamo a nadie
ni soy mamado por nadie
nadie me ha sentado en sus rodillas
porque soy un caballo
estoy sentado tieso y alto
con mis patas de atrás
en el banco del ferrocarril
me apoyo cómodamente
con mis patas delanteras
relincho vivamente hiihiihii
en mi pecho brillan
los seis botones del sex- appeal
bien alineados
como los botones brillantes de un uniforme
oh qué pequeño es el mundo
oh qué grandes son las cerezas


Jean Arp. Días deshojados. EDICIONES HIPERIÓN.

CUANDO YA NO HAY HENO EN EL PESEBRE. Benjamín Péret.

Si yo tuviera en la cabeza todo el heno que he cortado
que he cortado como cuatro
tendría una cabellera de aurora y mantequilla fresca
pero el heno cortado se va al río
como la pluma al viento
El heno sube y baja
sin saber a dónde va
y los barcos que lo persiguen no lo atrapan jamás
pues el heno cortado tiene alas
alas que lo llevan no importa dónde
a los palacios y a las prisiones
a la boca de los monjes
a la oreja de los sordos
al cuello de los condenados a muerte
a las tumbas ilustres
y a los teatros subvencionados


Benjamín Péret. El Gran Juego. VISOR, 1980.

domingo, 2 de enero de 2011

Doce pisos. Camilo de Ory.

Las ventanas ordenan a la gente en familias.
Sé contar hasta doce,
multiplicar la vida.
La vida es vertical.

No debe de ser fácil pintar esa pared,
no debe de ser fácil caer desde ahí arriba.
(En la caída libre nunca hubo libertad).

Estas torres serenas de un gris color ladrillo
no crecen con el fin
de alcanzar ningún cielo.

Los hombres que aparecen detrás de las ventanas
nos miran sin creer que nos están mirando
y sin saber que a veces los miramos nosotros.

Pero saben de sobra que no somos hormigas.


Camilo de Ory. Lugares comunes. Pre- Textos, 2006.

EL VIAJERO. Juan Bonilla.

Allí de donde vengo nadie me retenía.
Sé que nadie me espera donde voy.

Por la ventana quietos desfilan los paisajes.
Sería hermoso no llegar a ningún sitio.

Permanecer así:
viajando de un lugar que ya no existe
a otro que nunca existirá.


Juan Bonilla. PARTES DE GUERRA. PRE- TEXTOS, 1998.

Déborah Vukusic.

vestida de novia cadáver para mi pasado

croacia
aparece y desaparece
como cuando era niña

soy una secuencia ralentizada
el barro salpica el vestido de mi primera comunión
me mancha la cara
me agujerea hasta el hueso

corazón rojo latente en la orilla oscura
rojo con cuadros blancos

vuelvo a no saber quien soy
y a no querer
a no querer

si mis ojos dejan de llorar
puede que vea con claridad

croacia
aparece y desaparece

el libro que leía antes de dormir
cae y me despierta
me lavo el sudor de la nuca
me miro
y sólo me veo
si acaso un poco más vieja

vuelvo a la cama pero estoy desvelada

así que
me visto la armadura para ir a trabajar


Déborah Vukusic. Guerra de identidad. Ediciones de Baile del Sol, 2009.

sábado, 1 de enero de 2011

José Daniel García.

En Auschwitz- Birkenau y Lublin- Majdanek, los científi-
cos alemanes hallaron una extraña variedad de flores de
la familia de las Rosáceas que crecían bajo las cintas trans-
portadoras de los hornos crematorios, fruto de la ceniza
acumulada en los ventiladores. La corola estaba compuesta
por pétalos grisáceos de forma cóncava, y el color de los
pistilos y estambres era ligeramente azulado.


José Daniel García. EL SUEÑO DEL MONÓXIDO. DVD ediciones, 2006.