Lo que se va me alimenta
y lo que viene me lastima hermosamente.
Rodrigo Galarza.
Aprieto la lengua contra el hueco
que el diente ha dejado
y el recuerdo vuelve preciso y cortante
superficial como un muerto enterrado a toda prisa.
Cuando era niña el vacío estaba por llenarse
estaba lleno de lo que no tenía
y esperaba tener.
Una vida propia lejos del colegio
una casa abuhardillada
- ignoraba sus incomodidades-
éxitos, compañía, risas, cuerpos, borracheras.
Ahora el hueco es otra cosa.
Es un vacío conquistado.
Todo aquello a lo que he dicho adiós
liberándome del espaci0 muerto
que abarrotan y manchan las esperanzas
como muebles al aire en un solar.
Este hueco que el diente ha dejado
es un trastero limpio
en el que sólo partículas de luz
campan a sus anchas.
Ana Pérez Cañamares. Alfabeto de cicatrices. Ediciones de Baile del Sol, 2010.
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