hay mujeres de ojos como terrones de azúcar,
hay mujeres solemnes como los movimientos de un oculto
amor,
hay mujeres de pálido rostro,
otras como el cielo a la espera del viento.
Pequeña mesa dorada de los días de fiesta,
hay mujeres de madera verde y oscura:
las que lloran,
de madera oscura y verde:
las que ríen.
Pequeña mesa demasiado baja o demasiado alta.
hay mujeres gordas
con sombras delgadas,
hay vestidos huecos,
hay vestidos áridos,
vestidos que se lleva uno a casa y el amor no deja nunca
otras como el cielo a la espera del viento.
Pequeña mesa dorada de los días de fiesta,
hay mujeres de madera verde y oscura:
las que lloran,
de madera oscura y verde:
las que ríen.
Pequeña mesa demasiado baja o demasiado alta.
hay mujeres gordas
con sombras delgadas,
hay vestidos huecos,
hay vestidos áridos,
vestidos que se lleva uno a casa y el amor no deja nunca
salir.
Pequeña mesa,
no me gustan las mesas en que bailo,
seguro.
Paul Eluard. Capital del dolor. VISOR LIBROS, 1997.
no me gustan las mesas en que bailo,
seguro.
Paul Eluard. Capital del dolor. VISOR LIBROS, 1997.
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