miércoles, 12 de diciembre de 2012
El hogar de un perdedor. Vicente Muñoz Álvarez
Una estación de ferrocarril abandonada.
Una torre aislada bajo un cielo plomizo.
Una procesión de hormigas negras.
Pedazos de uralita por el suelo.
Bidones de aceite echando humo.
Una sábana raída sobre un cable de luz.
El sillón de un coche calcinado.
Botellas, mantas, jeringuillas
y cajas de medicamentos.
Un viejo colchón con manchas rojas.
Un espejo roto en la pared.
Un borracho con un perro a su lado.
Un graffiti que dice:
JESÚS ES EL CAMINO
Vicente Muñoz Álvarez. CANCIONES DE LA GRAN DERIVA. Editorial Origami, 2012.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¿Tendremos que pasar siempre por un basurero para comprender por qué inequívoco camino conduce la salvación escrita en un graffiti?
ResponderEliminar