15 Imágenes
de Joanna en Varsovia es un poemario inclasificable y
atípico, fascinante y magnético y, de algún modo, no tengo reparo en decirlo,
tocado por el talento y la gracia. Sus
poemas son densos y ambiguos, a menudo delirantes, caóticos e imprevisibles, llenos
de imágenes y de matices y susceptibles de ser leídos e interpretados de
diversas maneras. Aunque lejos del hermetismo y la frialdad de la poesía pura,
del distanciamiento y la abstracción que la caracteriza, hay algo tremendamente
cercano y cálido en ellos, nostálgico y coloquial, el amor visceral y
arrebatado, tan universal como la propia poesía, aunque desarrollado aquí con
una voz muy poco convencional, como comprobará el lector nada más leer los
primeros versos del libro. Y
finalmente la efervescencia casi lisérgica con la que están escritos, un
discurso psicodélico, exuberante y febril, que destila optimismo y vitalidad
por los cuatro costados, pura celebración del presente. Intuitiva,
caótica, imprevisible y deliciosamente marciana.
(Del prólogo de Vicente Muñoz Álvarez)
En octubre en las librerías
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