Recuerdo tu pelo rubio bajo el sol del Mediterráneo.
Tú tenías quince años y me dejaste que te besara.
Vendería mi alma al Diablo, al Rey de España,
a la Reina de Inglaterra, al Presidente de los Estados Unidos,
al Papa de Roma,
por regresar indemne a ese momento.
Caminábamos de la mano, aquella noche estrellada,
al lado del mar iluminado.
¿En qué triste matrimonio vives ahora o tal vez ya estés
muerta?
O no te casaste, y vives sola, o con un novio nuevo de vez
en cuando.
Qué más da.
Anda, llámame, seguro que aún estás por ahí.
Preséntame a tus hijos, igual alguno quiere ser escritor
y le puedo echar una mano con las faltas de ortografía,
porque con otra cosa no.
Si volviera a verte, acabaría odiando la tierra, la vida y la luz.
No vuelvas nunca.
Que qué tal me ha ido.
Eso se te ocurre preguntarme.
No me ves: soy el hundimiento.
Manuel Vilas. El hundimiento. Visor Libros, 2015.
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