martes, 12 de enero de 2016

DIOS QUÉ COME. Luna Miguel


Ser animal y parir a la camada abandonando a
los más débiles en el suelo.

*

Si dios se comía a sus crías no era tan dios como
pensábamos:
era una bestia,
era un marrano.

*

Era tan cruel como cuanto dejó de ellos.


Luna Miguel. Los estómagos. La Bella Varsovia, 2015.





1 comentario:

  1. A imagen y semejanza de las bestias, la necesidad devora a las crías del hambre. Sólo existe la crueldad en la insuficiencia de un alma desgarbada antes de ponerse en el lugar del miedo, en la antesala de la muerte.

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