miércoles, 28 de agosto de 2024

La risa...

La risa

Era malcarada

Y no quería darme fuego

El mechero es mío

No tuyo

Decía

Y yo no quería quemar Roma

Quería quemar políticos

Quería quemar banqueros

Y que las rosas más rojas de los jardines privados pincharan los dedos de las señoras peripuestas y perfumadas

Yo lo que quiero es que nos riamos nosotros

No ellos

Que se ríen tapándose la boca

Tapándonos los oídos

Les entregamos la casa de mis abuelos

Mi abuela se chupó el dedo para quitarse la alianza en la casa de empeños

Mis padres me compraron todos aquellos libros

Entonces no estaban prohibidos

Los leí despacio

Como ese que está mirando la repetición de un penalti a cámara lenta

Repetí algunas frases en sus cenas

Y me insultaron

Nombré territorios donde no hace frío

Y me levantaron de sus mesas

En las que solo había carne

Mis padres también me compraron toda aquella ropa

Pero no me dejaron entrar a sus fiestas

Toda aquella ropa

La uso ahora para calentarme

Y los libros los uso también

Ellos se ríen

Y me dan fuego.


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