lunes, 26 de diciembre de 2011

Paul Valéry

¡Salve, divinidades por la rosa y la sal!
Seréis de la luz joven el juguete primero,
¡Islas!... Pronto colmenas, cuando el sol mañanero
haga que en vuestra roca, islas ya presentidas,
pujantes paraísos reclamen nuestras vidas.
Cimas que el sol fecunda y la luz no intimida,
selvas resonadoras de ideas y de vida
caliente de animales y felices criaturas,
¡Islas!... Entre un rumor de marinas cinturas
madres vírgenes siempre, a pesar de esas marcas,
sois como arrodilladas, maravillosas Parcas:
nada iguala las flores que regaláis al mundo,
pero os tiemblan de frío los pies en lo profundo.


PAUL VALERY. POESÍAS. VISOR MADRID, 1996.

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