sábado, 6 de octubre de 2012

Escuela de cómo abordar los asuntos cuando se está ebrio



 Tacto facial
Sólo accesible para muñones
En la zurda un paraguas
Y en la diestra una naranja podrida
Patosos ebrios que abren la bocaza a las tres de la madrugada
No llevan corbata
 Hace frío
Jamás hablan por teléfono con nadie
Y a veces y sólo a veces
Cantan sin desafinar demasiado
Es invierno y se nota
Los árboles desnudos invitan a quedarse en casa
Las viejas gruñen más que de costumbre
Y los niños salen a la calle vestidos de esquimales
La pistola que escupe agua tiene polvo ya
Como mis pisadas por el pasillo de casa
No tengo sueño
La verdad es que nunca cuento las hojas de plástico
Ni los dientes del tiburón que me devora
Es tarde y las chimeneas escapan de nuestro asedio
Se nos escapan de las manos
Y los gordos pagan por unos minutos de conversación
Es tarde
Tarde como los pantalones del albañil
Los techos cicatrizan
El impetuoso quebranto de una docena de estrellas que se suicidan
La piscina comprende una piscina un árbol y una barraca
Donde mato las horas con un martillo y una sierra
¡No te poses en las venas de un cuadrúpedo!
Un gatito negro se pasea por delante de mi coche estacionado
Arrastra una bombona de butano
Y en la boca lleva una cesta llena de sacerdotes que se aburren de estar en paro
No tiene pelo tiene humo de cigarrillo
Nunca me tocó la lotería
Ni trabajé en la mina
Ni me arrodillé ante el pino de Guadarrama
Nunca me corté la mano izquierda por devoción a la derecha
Tampoco fui engullido por la gorda del bar
Tus ojos son azules
Tus labios carnosos
Y tu frente aérea
Pasas frío igual que yo
Abro la puerta del baño y me encuentro al mayordomo
Me pregunta que si deseo una toalla limpia
“¿Desea el señor una toalla limpia?”
No sé qué contestar
Me está apuntando a la cabeza con una escopeta de caza
“Sí… eh… una toalla limpia… si me hace el favor…”
Atino a responder.


3 comentarios:

  1. Por la noche siempre regresa el tacto del miembro fantasma

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  2. Desconozco el miembro al que te refieres y si el tacto es capaz de atribuirle una presencia.

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  3. Con una escopeta apuntándote hay que tener algo de clarividencia: una toalla limpia y hasta un neceser.

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