-El dinero es poder
sacrifícate un poco más.
-Pero yo amo a mi mujer y a mis hijos.
-Observa la naturaleza,
los árboles...
-Pero yo amo a mi mujer y a mis hijos.
-El éxito, la fama,
déjate ver
acude a los actos literarios,
corteja a la prensa,
hazte notar.
-Pero yo amo a mi mujer y a mis hijos.
-Quédate después de la lectura,
firma tus libros,
festeja con tus lectores hasta altas
horas de la madrugada.
-Pero yo amo a mi mujer y a mis hijos.
-Déjate querer, si una mujer bella
te reclama,
piensa que el poeta debe permanecer
siempre enamorado.
-Pero yo amo a mi mujer y a mis hijos.
-Si la Musa te lo pide,
abandónalo todo
ella no espera.
-Pero yo amo a mi mujer y a mis hijos.
-Olvídate de cambiar el mundo,
es imposible,
otros lo han intentado
y para qué, para quién.
-Pero yo amo a mi mujer y a mis hijos.
-Todo el mundo tiene un sueño
¿cuál es el tuyo?
-Yo amo a mi mujer y a mis hijos.
Jorge Espina. VOLVER AL PAN, LLEGAR A CASA. Canalla Ediciones, 2012.
¡Pobre poeta!: tu mujer te engaña, y ¿acaso tus hijos te aman?
ResponderEliminarTu musa es tu mujer y tus hijos tus acreedores, y tu libro es ese vicio espurio que detentas y que llamas pundonor.
Tú sabes que quien compra poder no puede ser honesto, y quien vende su fama no puede ser íntegro.
No te pierdas en más razonamientos vagos: tu familia comerciara con tus poemas ya que tú te has negado a la lógica.