Está gordo y cano. Apenas puede con su
alma, o con la resaca. Solo cuando alguien
entra o sale del supermercado da señales
de seguir vivo. Es Papá Noel despedido
de un anuncio de Coca-Cola por haberse
pasado al whisky. Entonces, sin mover un
ápice del resto de su cuerpo, agita el brazo
con el que sujeta el vaso de las monedas y
emite un sonido gutural. Una mezcla en-
tre quejido, lamento y principio de vómi-
to. Es su forma de pedirte ayuda.
María Yuste. Vida de provincias. Honolulu Books, 2014.
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