viernes, 1 de abril de 2011

El constructor de árboles de navidad de ladrillo. 1


Cantaba en el tejado una balada dislocada
Con la boca seca
Y la bragueta desabrochada
No pude lamerte la otra noche
En tu apartamento
No pude lamerte porque tenía que actuar
Tu nombre me ardía
Todas las mujeres llevan tu nombre
Y yo llevo un estómago que duele por fuera
La otra noche canté una casa en ruinas
Mientras
Tú veías la televisión en tu apartamento
¡Qué hermosa vista!
Esta habitación de hotel con vistas al mar me llena las manos de ojos
Todos los ojos que alguna vez miraron a través del balcón
Los ojos que alguna vez buscaron un tejado
Tus ojos
Porque sé que te hospedaste aquí hace algunos años
¡Qué hermoso techo!
Y tus pechos ahora se libran del sujetador
Y mis manos ahora se llenan de tus pechos
En este balcón
Fue en el balcón de esta habitación
Fue en la habitación de este hotel donde te dije que Virginia era una mujer sin rostro
Donde te pedí que te casaras conmigo
Donde tú fumando
Desnuda bajo mi jersey negro
Con el pelo suelto muy rubio
Me dijiste que no
Quedando tus labios con forma de No para siempre
Donde después de aquello te dije “Prefiero las mujeres que tienen los labios con forma de corazón” donde tú respondiste “Prefiero los hombres con dinero”
Fue en el tejado donde compuse una balada dislocada
Lo hice después de una cena copiosa en casa de mis padres
Tras un desengaño amoroso
Tras pensar en Kirsten Dunst
Tú estabas en tu apartamento viendo la televisión
Ignoras que mi esposa mide quince centímetros
Que vive en una casa de muñecas
Mañana actúo en el tejado
Mi vientre con sus agujeros de bala
Las manos llenas de agua de mar
El traje de luces...
Mañana estarás en tu apartamento viendo la televisión
Tus piernas perfectamente depiladas
Las manos llenas de cadáveres
Tu minifalda negra...
Desde este balcón me vienen a la memoria las veces que mis manos se llenaron de tus tetas
Mis manos ahora llenas de dinero robado
Dinero que sin duda gastaré con prostitutas
¡Qué hermosa vista!
Mi esposa mide quince centímetros
Vive en una casa de muñecas
El día se ha nublado un poco
Está blanco como tus muslos
Una mujer se acercó a mí hoy en la playa
Estábamos solos porque el día estaba nublado y nadie más se acercó hasta la playa
Como tus muslos
Se acercó hacia mí como si nos conociéramos e inclinándose buscando mi oído dijo “Vienes de destruirte”.

Inacabado.
(“poème abandonné”).
Paul Valéry.


Del poemario "Apología de la Muñeca de Bellmer". Groenlandia, 2010.



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