En el vértigo de tu pecho
Catorce equis iluminando el árbol de Navidad
Mientras te hablo huelo las vísceras del animal muerto
Más muerto que un párpado lívido
Mañana Ana saldrá por la puerta
Esa puerta que tiré ayer a patadas
Mi puño cerrado muy cerrado
Como tus piernas a las dos de la tarde
El oso trepa por mi columna vertebral
Y alcanza el pilar de oro
No te amo lo suficiente
Te golpeé tan fuerte que aniquilé tu garganta rosa
En mi funeral dos velas y un barco cojo
Ana
Saldrás por la puerta
Rápidamente
Segura de ti
El vigilante vetusto corretea por el parque
Desnudo y chiflado
Como un domingo en la calle
Por no defraudar al caníbal me corté la mano izquierda
Y se la ofrecí de primer plato
La verdad es que me duele
La realidad es que me duele
Me duele mucho.
Del poemario inédito "Diario de un adolescente de pelo raro".
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