jueves, 10 de octubre de 2013

POEMAS BASADOS EN EL “SUPERVIVENCIA” DE HOUELLEBECQ (Y EN EL CARREFOUR) (2)


2
(“Nuevos planes, idénticas estrategias”)

Miro la comida enlatada y pienso que el destino de los hombres es similar al destino de las materias primas
Sospecho que no tengo sentimientos genuinos
Si acaso tengo una lista con emoticonos
Me queda el simulacro y el homenaje y la falsificación
Me acuerdo de que también hay risas enlatadas en las series de televisión que pretenden mostrar de un modo realista la vida cotidiana
Miro el letrero
“De oferta”
Digo “De oferta” y sale el sonido de las patatas en la freidora de un McDonald´s
El negro seguía en la puerta del súper pidiendo limosna
Declamaba sobre el fin del mundo y la resurrección de la carne
Se le podía oír desde dentro en el pasillo de las conservas y de sus grosísimos labios salía el sonido de las patatas en la freidora de un McDonald´s
Mira a esos ejecutivos perfectamente afeitados
Les afeita el barbero todas las mañanas
Todos los barberos de este mundo hacen cola para afeitarles
Mientras
Seguramente
Leen el Frankfurter Allgemeine en sus tablets
Después
Seguramente
Al salir
Se despiden con la mano y echan la calderilla en el vaso que el barbero tiene puesto junto a la puerta
Míralos están hablando de la sociedad
Calla que tú no sabes
Están hablando
Siempre lo hacen y de sus finísimos labios sale el progreso que también es fino y blanco
Me acuerdo de que también hay aplausos enlatados
Me acuerdo de una canción de Nacho Vegas
De la parte que dice

Y tengo un ambicioso plan, consiste en sobrevivir”.


Del poemario inédito "Versiones".

1 comentario:

  1. Somos materia prima en manos de mujeres ociosas que observan los precios con fruición. Alguna de estas sílfides se deleitaría con una barra de pan délfico cuya miga se endurece en unas horas y nunca más será proclive a la flaccidez horneada.
    Hay un submundo extraño en los supermercados en los que uno se siente como Hellboy y el Ejército Dorado. ¡Lo único positivo son las cervezas y la comida para gatos!
    Todos estamos más o menos enlatados y hay un abrelatas para cada vulnerable orificio de nuestro ser (lo más triste es el oficio de enlatador).

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