TODAS las mujeres que no me follé
vienen a visitarme en mis mejores sueños,
en mis peores pesadillas.
Me levanto con la polla como un poste
todas las mañanas.
Tomo ginseng y vitaminas
A, B, C, D y E.
Luego me fumo un cigarrillo
y me siento a la máquina
a teclear poemas como éste
y a esperar a los dos putones más infames
de la tierra: la Fama y la Muerte.
Sólo me cabe la esperanza
de que no vengan, las jodidas, cogidas
de la mano.
Roger Wolfe. MENSAJES EN BOTELLAS ROTAS. Editorial Renacimiento, 1996.
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